En un lapso de de 1 año y medio, eliminé a varias personas de mi vida. ¿Por qué? Porque ya no podía relacionarme con esas personas. Llámenlo diferencias irreconciliables, o por falta de afecto en la relación (dios mío, parece que hablara de un divorcio). Las tres personas que fueron expulsadas de mi vida, fueron muy importantes para mí, pero debido a mi forma, y a sus formas, yo ya no lo soporté más. Me metí los recuerdos y cosas incomprables e incomparables que tuve con esas personas, en el orto. Nada me importó más que mi propio bienestar. Yo no sé cómo repercutaron mis acciones en las otras personas. Haber pensado en mi tiene su aspecto malo y bueno. Malo porque no pensé en nadie más, y bueno porque quizás esas relaciones me estaban haciendo mierda a mí, y a lo mejor, lo que más me convenía era cortarlas.
En 6 meses (cuando yo tenía 14), aprendí muchas cosas de mí, que no supe durante 14 años. Ahora veo a esa Leila de 14 como alguien completamente diferente, y hasta capaz extraña. Nunca voy a dejar de hablar de esto, a veces me siento re patética, porque sé que no puedo dejar esto atrás. No voy a volver a ser esa persona, pero no puedo dejar esos recuerdos en el pasado. Esos meses fueron de completa agonía, gracias a Dios que pasé de año en segundo. La cuestión es que, este año se cumplen 3 años desde que mi vida cambió de ésta manera. En parte bien, y en parte mal. Bien, porque yo me modifiqué a mi misma, quizás no en la manera en la que debería haber sido, pero saqué algo bueno de eso. Y en parte mala, porque ahí arrancó mi caída. Pero pude levantar mi cabeza a la superficie, una vez más. En estos años y meses, cambié tanto. Modifiqué. Llámenlo como quieran. No quiero volver a esos tiempos, quiero volver a ser esa Leila que era antes de entrar al Raggio, y que la vida se me cagara para siempre.
La cuestión de ésta entrada es que hoy me dí cuenta (mientras me duchaba), de que todavía tengo muchos problemas conmigo misma, y también tengo un montón de demonios que tengo que enfrentar y matar. Tengo que arreglar un montón de cosas, que me afectan a mí, pero también afectan a las personas de mi círculo. Y la conclusión es ésta: "Hasta que no resuelva los problemas conmigo misma, no voy a poder resolver los problemas con los demás." Y creo que tiene bastante sentido, y tengo bastante razón con ésta afirmación. Yo no puedo estar tranquila en la escuela, o en mi casa, hasta que no esté tranquila conmigo misma. Tengo que encontrar el equilibrio, y tratar de ser felíz. Sé que no todo va a ser tan fácil como me lo imagino, y sé que voy a tener que demostrar mi fortaleza en momentos difíciles, pero espero poder cumplir mis sueños, ya que el más grande, es ser felíz. No pido otra cosa que ser felíz.
