OK, ahora, vida, estamos teniendo un problema. No, mejor dicho, VOS estás teniendo un problema conmigo. Puede ser que no pueda tener algo de paz? Algo de tranquilidad? Cuando las cosas por fin parecían haber tomado su rumbo, su camino, pero, en el buen sentido, pasa algo. SIEMPRE pasa algo. No importa toda la música que escuches, no importa que te enfoques en el colegio, no importa cuánto salgas, ni cuándo, ni a dónde, ni con quién. No importa que tomes, que fumes, no importa nada, porque siempre volvés a tu lugar diario, y ahí está toda la mierda, y la mierda hay que bancársela. Quizás este es mi destino. Quizás yo sea como Emil. Quizás mi vida es sufrimiento, y no poder alejarme de mis pensamientos, sentimientos y preocupaciones.
Soy Emil. Y hay varios Demian en mi vida. Y adoro a esos Demian. Pero no sé si ellos me adoren tanto a mí como yo a ellos. Quizás mi destino esté plasmado en sufrir, sufrir, y sufrir. Esperar, esperar, y esperar. Sí, esperar. Seguir esperando importarle a la gente en la manera en la que a mí me gustaría, sabiendo que es imposible. Seguir esperando ciertas personas me escuchen. Seguir esperando tener un poco de suerte.
Cómo es que pude cambiar mi vida, pero siempre termino volviendo al mismo lugar? Seré adicta a toda ésta clase de cosas? Qué es lo que me lleva a seguir en el mismo lugar?
Quiero encontrar un balance. Ni bueno, ni malo. Ni negro, ni blanco. Quiero un gris en mi vida. Quiero lo mejor de los dos mundos, y yo ya mezclé los dos mundos hace rato. Y siento que necesito, tener a los dos mundos. Porque en un mundo soy la verdadera Leila, y en el otro, soy otra persona, y a veces no me reconozco. Y no me gusta eso. Pero al mismo tiempo no me quiero alejar de ese costado del mundo.
Cometí muchos errores en mi vida, me mandé banda de cagadas, de puteadas, me peleé, me volví a amigar medio millón de veces, y otra vez a las peleas, siempre digo que sin esas cosas no sería la persona que soy hoy, pero, quién sería hoy sin todas esas cosas? Sería lo madura que soy hoy? Lo seria que soy hoy? Cómo carajo sería? Me encantaría saberlo. Y entonces entiendo, que no puedo verme de otra manera. Nunca pensé que yo me iba a convertir en ésta que soy hoy.
Nunca voy a obtener una respuesta concreta respecto a esta pregunta.
Una solución a éste problema tiene que haber. O capaz no es realmente un problema. Pero por más que lo intente, no puedo dejar ciertas cosas de lado, porque está en mi naturaleza, está en mi personalidad. Ojalá fuera de esas personas que viven con cero preocupaciones, y ojalá pudiera mandar todo al carajo como hacen ellos, y que les chupe un huevo todo. Pero no. No soy así. Me caliento y me preocupo al pedo, pienso banda y me maquino a más no poder. Hay gente que me entiende, pero más es la que no.
Y no sé la razón de ésta entrada, pasa que hoy me siento melancólica. La lluvia, ahora estamos a escuchando a Andrelo, estamos escuchando Paloma. Pienso en los chicos (en esos chicos, esos 4 chicos, que no son solamente chicos ♥) y en el recital, y en un millón de cosas. Y quiero llorar y llorar, llorarme la vida. Y no parar más. Porque estoy cansada. Estoy cansada de sentirme una idiota, cansada de sentirme fuera de lugar, cansada de toda la mierda, de la mierda de la vida, de la mierda de las personas. De la gente que se cree más, y un poco de la que se cree menos. Estoy cansada de la vida. No me quiero morir, porque de alguna manera, estoy contenta de seguir acá. No es como antes. Pero solamente estoy cansada. Quizás, en alguna otra vida, o en algún otro año, yo viva en otro país, hable otro idioma, conozca a otra gente. Quizás, me pueda convertir en la persona que quiero ser. Quiero vivir dos veces para poder olvidarte. Quiero llevarte conmigo y no voy a ninguna parte.
Quizás algún día, deje de ser Leila Villares. Quizás el día que me muera. O quizás el día que por fin encuentre mi lugar. Y puede ser, con mucha suerte, que sea Leila. Ningún apellido. Sólo Leila. Ojalá llegue ese día. Pero hasta entonces...
