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4.4.11

La piedra negra.

Hoy tuve otra charla filosófica con mi vieja. Díganme lo que quieran, pero ella tiene razón con un montón de cosas y sobre personas también. Y hoy me dijo cien veces la palabra 'bicha' sobre una persona. Quizás tenga razón, que es lo más probable, porque hay muchas cosas que son tan visibles (muy muy muuy visibles), y ella me hace sentir bien con todas las cosas que me pasan y que pienso. Osea, me hace sentir como que, está bien ser diferente. Y que no me tengo que preocupar por eso. Es como que, yo puedo cambiar, pero mi alrededor no lo va a hacer. No todas las personas van a pensar o hacer lo mismo que yo, y eso es algo que tengo que terminar de aceptar, porque, seamos honestos, no puedo seguir así. La pregunta eterna va a ser: ¿la del problema, soy siempre yo? Eso es algo que no creo que se pueda llegar a contestar nunca. Quizás cuando organice mi vida, mi cabeza y mis pensamientos, sí. Quizás algún día pueda llegar a contestar esa pregunta, pero supongo que hasta que no enfrente y mate a mis demonios (internos, y porque no externos también), eso, lamentablemente, no va a pasar. Ser diferente, no es malo. Si yo fuera normal, si yo iría con la corriente, no me sentiría yo misma. Dejaría de ser Leila. Sería una careta más, y nunca me la puedo sacar, porque estoy siempre en el mismo círculo de personas, y para no enfrentar el rechazo, soy la Leila trucha. Y yo no quiero ser trucha. Trato de ser lo más honesta posible (a veces, demasiado, me doy cuenta) y a veces me excedo, sí. Pero prefiero tener una sobredosis de verdad, antes que morirme por un ataque de mentiras. Y sí, digo un montón de pelotudeces sin sentido, flasheo mucho, me encanta escribir ésta clase de cosas despotricando contra medio mundo (sabiendo que casi nadie las debe leer), me río de cualquier pelotudes, pero soy re seria. Nunca me pongo en pedo, aunque tome varias cosas en las jodas.Y prefiero quedar como una ortiva antes que una chamullera que se hace la canchera (me hago la canchera) y vivo contradiciéndome. Pero, me tiene que importar lo que dicen los demás? No. Porqué? Fácil. Cada uno está en su baile, nadie se va a parar a preguntarme si realmente estoy bien. No quiero que nadie más me vuelva a pisar la cabeza. Entonces, voy a tener que hacer algo. Si soy demasiado honesta para algunas personas, ese no es mi problema. No me importa ser la piedra negra. Las piedras blancas, son todas iguales.
El punto de ésta entrada es: soy la piedra negra en el frasco de piedras blancas que junta Erica en 'Alguien Tiene Que Ceder'. Harry es la piedra negra. Y la piedra negra, está por encima de todas las otras.
Yo soy Leila Villares. Y no soy una más del montón. Soy una, en un millón.