La gente cambia y las promesas siempre se rompen.
Si cierta ex amiga de la infancia supiera que ya probé la marihuana, que he llegado a casi estar en pedo, que salgo de joda bastante seguido (se podría decir), que fui a un recital de Metallica, y que ya no soy la misma pelotuda que era hace 5 años, SE MORIRÍA.